En esta publicación te explicaré cómo puedes hacer tu propia leche de almendras en casa. No es precisamente un postre pero resulta de mucha utilidad en múltiples recetas. Es una excelente opción para aquellas personas que son intolerantes a los lácteos o que se encuentran haciendo algún régimen especial dietético (tiene menos calorías). Como su nombre lo indica, es una bebida que se obtiene de las almendras y, a diferencia de la leche animal, no contiene lactosa.
Para que tengas una idea de la diferencia entre 1 taza de leche de almendras y 1 taza de leche descremada, observa el siguiente cuadro:
Es por esta razón que, cada vez más personas, se están animando a sustituir la leche de origen animal por la leche de almendras, la cual es muy fácil de hacer y resulta muy nutritiva y saludable.
Echa un vistazo a la receta y verás que fácil y rica resulta.
Ingredientes
- 1 litro de agua filtrada
- 200 gramos de almendras peladas
- 3 dátiles para endulzar (si lo deseas también puedes usar estevia o algún edulcorante)
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Preparación
Paso 1:
Coloca las almendras peladas a remojar en el litro de agua durante aprox. 4 ó 5 horas.
Paso 2:
Vierte las almendras remojadas y el agua en la licuadora junto con los dátiles. Licua durante unos 5 minutos estacionados. Es decir, licuas unos segundos paras otros, y así sucesivamente hasta completar los 5 minutos. Esto permitirá que la almendra se licúe bien y obtener una leche de mejor calidad.
Paso 3:
Cuela la bebida obtenida en un colador de tela o un paño limpio, de esta forma la leche será más fina y libre de granos de almendra. Como resultado tendrás la leche de almendras y una pasta o pulpa que nunca debes desechar. La puedes usar para hacer panquecas o tortitas, tartaletas, tartas, queso y un sinfín de recetas más.
Lo ideal es tomar la leche de forma natural, pero si quisieras un sabor más dulce, puedes hacerlo usando estevia o algún edulcorante.
Solo me queda desearte, ¡Buen provecho!
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