Las Trufas son un dulce originario de Bélgica muy similar a un bombón. Se realizan mezclando chocolate fundido (negro, con leche o blanco) con crema de leche, mantequilla, azúcar impalpable o glass, licor y algunos frutos secos. La receta original se realiza con chocolate negro (bitter) y con licor de cereza. Sin embargo, en el transcurrir del tiempo estos ingredientes han sufrido variaciones en donde cada persona le ha colocado su toque personal.
Ingredientes
- 150 gramos de chocolate negro o con leche.
- 100 ml de crema de leche (salada o plana, y no la dulce de montar o nata).
- 30 gramos de mantequilla.
- 2 cucharadas de azúcar glass.
- 1 cucharada del licor de su preferencia (te sugiero uses Ron o Whisky y no licores dulces).
- ½ taza de frutos secos picados o 1 taza de galleta María picada en trozos pequeños.
- Para decorar puedes usar: coco rallado, cacao en polvo, lluvia de chocolate, galleta María triturada, etc.
Preparación
Paso 1:
Calienta en una olla la crema de leche a fuego muy bajo hasta que comience a salir un humo blanco. No dejes que hierva la crema de leche, de lo contrario obtendrás un líquido grasoso que luego no será agradable al paladar. ¿Por qué te hice énfasis en los ingredientes que uses una crema de leche que sea salado o plana y no la dulce? El motivo es que si usamos la crema de montar o nata en esta receta, la trufa quedará muy empalagosa y se perderán los sabores del postre. Sin embargo, si no tienes a la mano crema de leche puedes usar la crema de montar junto con una pizca de sal para bajarle el exceso de dulce (esta pizca puede ser 1/8 de cucharadita más o menos).
Paso 2:
Una vez hayas calentado la crema de leche retira la olla del fuego y agrega poco a poco el chocolate (previamente troceado), mientras vas batiendo con una cuchara de madera o una espátula de goma. El chocolate se irá fundiendo paulatinamente, esto demorará unos minutos.
Paso 3:
Cuando se funda por completo el chocolate incorpora la mantequilla y bate hasta que se disuelva por completo. Aquí notarás que la mezcla se tornará más brillante. Luego agrega el azúcar glass, el licor y los frutos secos.
Paso 4:
Cuando todos los ingredientes se hayan integrado y tengas una mezcla homogénea, cubre el envase con plástico film o papel parafinado y llévalo al refrigerador por 2 ó 3 horas.
Paso 5:
Una vez que la mezcla esté fría se parecerá a una masa suave con la cual podrás hacer bolitas pequeñas con las manos. El tamaño de las mismas queda a tu gusto. Sin embargo, como se trata de un postre bastante dulce, te sugiero que las hagas más pequeñas utilizando como medida una cucharita de té.
Paso 6:
Cuando tengas listas las bolitas hechas con la masa, rebózalas con la decoración de tu preferencia (coco rallado, cacao en polvo, lluvia de chocolate, galleta María triturada, etc.). Luego colócalas en capacillos (cápsulas) o en un plato que te sirva de bandeja y llévalo al refrigerador de 4 a 6 horas más. Esto es con la finalidad de que las trufas tomen cierta firmeza y realcen su sabor.
Como las Trufas son un postre que no tiene conservantes puedes mantenerlo en el refrigerador hasta por 7 días, más de ese tiempo se pudiese tornar ácido. En vista de que su preparación se hace en dos partes te sugiero que, si las quieres hacer para una ocasión en particular, las prepares con un día de anticipación de manera que estén fríos, compactos y deliciosos.
Solo me queda decir, ¡Buen provecho!
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